1. Tienen fecha de vencimiento
Si creías que podías usar tu maquillaje hasta que se acabe, estabas equivocad@. Cada producto tiene su fecha de uso límite, por ejemplo: una base tiene una vida promedio de un año y el rímel dura seis meses. Busca las fechas y recuérdalas.
2. Pueden ser tóxicos
Algunos productos de belleza están compuestos de químicos tóxicos que se absorben a través de la piel, al inhalarlos o al ingerirlos sin querer. Estos tóxicos pueden estar en desodorantes, lociones, rímel y labiales.
3. Tienen miles de denuncias
Muchos productos que suelen ser del uso cotidiano tienen denuncias por parte de sus usuarios. En su defensa, los fabricantes aseguran que los prueban antes de lanzarlos a la venta para ver si causan erupciones cutáneas, inflamación u otras reacciones.
4. Los productos aclaradores serían nocivos
Los cosméticos que se usan para aclarar la piel o alisar el cabello pueden tener ingredientes como la hidroquinona, químico derivados de la placenta y del petróleo que están vinculados a cáncer, problemas reproductivos y hormonales y la sensibilización de la piel.
5. Algunos ‘exageran’ en sus bondades
Existen muchos productos que aseguran tener ingredientes naturales, sin embargo, esto no garantiza la seguridad o que realmente lo sea. Como las leyes no regulan el uso de estas palabras, las marcas usan con mucha facilidad el término “natural”.
6. Los productos mineralizados tienen su lado negativo
El aceite mineral no es recomendable, ya que obstruye los poros y deja un residuo aceitoso en la piel. También se absorbe muy rápidamente y entra en el torrente sanguíneo.
7. Los productos pueden ser el hogar de microorganismos
Recuerda que las bacterias se encuentran en el aire y si dejas tus productos destapados nada impedirá que ellas se alojen ahí. Además, los productos que están en contacto con la humedad son más propensos a ser contaminados por bacterias, por ejemplo: un rubor no ocasiona ningún daño, pero un labial o un rímel sí. Y si alguien aplica algún producto cosmético con las manos sucias también te pueden dañar.
Probablemente los vendedores de estos productos no te expliquen al detalle las consecuencias de su uso frecuente, pero ahora tú lo sabes. Y recuerda que si ves que tu maquillaje cambia de color u olor, deja de utilizarlo.
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