Los monjes Aghori de Varanasi (India) son temidos, repudiados y vistos con disgusto por sus compatriotas y ello no solo se debe a su aspecto, sino a su extraño e incomprendido gusto por comer carne humana. Cristiano Ostinelli es un fotógrafo italiano que sintió curiosidad por la forma de vida de estos monjes caníbales y decidió pasar un tiempo con ellos para conocerlos más a fondo y logró capturar estas impresionantes imágenes.
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Estos monjes residen muy cerca de los lugares de cremación, según ellos, para buscar la iluminación espiritual. También se les ve cerca del río Ganges, donde a menudo pueden verse cadáveres de personas muy pobres que fueron arrojadas al río por sus familias, debido a que estas no pudieron pagar su cremación. Ya en febrero pasado se encontraron 104 cadáveres en el lugar.
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Los Aghori suelen tener el rostro pintado y además cuentas ensartadas en sus cuellos.
Ellos practican el necro-canibalismo, que consiste en comer carne de personas muertas. Se sabe que también beben en cráneos humanos, que mastican los cráneos de animales vivos y que además, les gusta meditar sobre los cadáveres. Todo ello como parte de su búsqueda de la iluminación espiritual.
Por razones como estas es que las personas les temen y a la vez rechazan. Ostinelli explica que existe un “gran misterio” en torno a estos mojes. “Los indios les temen; dicen que pueden predecir el futuro, caminar sobre el agua y realizar profecías malignas”, asegura.
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Los Aghori consideran que el canibalismo los ayuda a obtener poderes sobrenaturales y la capacidad para evitar el envejecimiento. Además, consumen una combinación de alcohol y marihuana para desconectarse de su conciencia y, según afirman, acercarse a su dios Shiva.
Según sus creencias, un cadáver es simple materia natural que ya no cuenta con fuerza vital, por lo tanto consideran que el comer carne humana no es profano y que no está separado de dios. Es por esta razón que se dice que los Aghori también beben orina y comen materia fecal.
Allá por el siglo XIX, el número de Aghori se contaba por cientos, pero en la actualidad solo quedan 20 de ellos.
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En medio de la decadencia y la rodeados por la muerte, sumergidos en lo perturbador y en lo que muchos consideran tabú, así transcurren los días de los Aghori, a quienes en ocasiones se les puede ver caminando por las calles sin nada de ropa para mostrar así, la pureza del cuerpo humano.
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