Uno de los requisitos para ser un fotógrafo de la naturaleza es amar a los animales y además tener mucha, pero mucha paciencia, pues fotografiar a un animal salvaje no es tan simple como capturar un paisaje. Los animales siempre están en constante movimiento en su medio, así que hay que esperar mucho para conseguir la toma que se desea. Sin embargo, todo ese tiempo de espera es bien recompensado.
Esperar vale la pena y mucho, al igual que el ser un fotógrafo de la naturaleza. Quizá no te llene de dinero, pero sí de momentos únicos que ni los multimillonarios con todo su dinero podrían experimentar. Aquí te dejamos una muestra de cómo es este maravilloso trabajo (a excepción de la última).
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42. Los peligros siempre están presentes...

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