Enorme forado en el malecón ubicado en el Boulervard Bordemar, en playa Las Cascadas. Foto: Guillermo Figueroa.
Enormes carteles advierten del riesgo de caminar por el malecón que comenzó a desmoronarse hace varias semanas. El maretazo ocurrido en las costas peruanas luego del terremoto en el país sureño terminó por desmoronar sus débiles cimientos.
El panorama es desolador, enormes huecos que hacen visibles los materiales usados para la construcción del malecón y que, a la luz de los hechos, no fueron los adecuados.
Foto: Guillermo Figuerora
Los 4 locales comerciales que allí funcionan, tres restaurantes y una discoteca, lucen avisos de clausura en sus fachadas, con la pérdidas económicas que ello implica, por supuesto. Pero para el municipio es, obviamente, más importante la integridad de los peatones, comensales y trabajadores.
El malecón, cuya edificación generó muchos cuestionamientos en su momento, parece una zona de guerra y en él se aprecian por éstos días a obreros contratados por la empresa que recibió la concesión quienes intentan parchar los problemas.
Foto: Guillermo Figueroa
La Historia
La concesión de parte de la playa Las Cascadas para la construcción del Boulevard Bordermar se realizó en 1994 durante la gestión de Martín del Pomar a la empresa World Entertainment & Communications S.A.C. propiedad de Gustavo Delgado Cafferetta. En ese entonces surgieron muchas críticas debido que la edificación no solo rompía el equilibrio del paisaje sino que quitaba espacio público para los bañistas. Un espacio que es de todos.
Para la municipalidad, Bordemar funciona al margen de la ley con licencias judicializadas. Los permisos iniciales otorgados por el exalcalde Antonio Mezarina fueron anulados por la actual administración edil por considerarlas irregulares. A ello hay que sumarle que la empresa concesionaria no cumple con sus obligaciones tributarias y tiene una deuda e casi un millón 400 mil soles con el concejo distrital.
José Luis Saenz, gerente de desarrollo económico de la municipalidad de Barranco ha dicho a Espacio 360 que no se trata de "un revanchismo político" sino de una legítima preocupación por la seguridad de las personas ante hechos evidentes: el malecón esta completamente destruido y cerrado al paso peatonal impidiendo que sea una vía de escape en caso de un tsunami.
Lo más grave es que, según denuncia el funcionario, la empresa de Delgado Cafferatta ha azuzado a los propietarios de los restaurantes clausurados a abrir de manera clandestina ignorando la disposición municipal. Tal situación ha obligado a la municipalidad a coordinar acciones con la policía nacional y tener vigilancia permanente en la zona.
Mire aquí sus declaraciones:
¿Hay solución?
Las hay, según Sáenz la decisión de cerrar los restaurantes Bife & Tinto, Segundo Muelle y Pardos Chicken es temporal con el objetivo de lograr el cumplimiento de las normas. Para el municipio la única salida posible es que World Entertainment & Communications S.A.C. reconstruya el malecón y brinde la seguridad necesaria. Todo dependerá de que cumpla con el informe técnico que recién ha presentado, 20 años después de haber recibido la concesión.
La empresa concesionaria obviamente no esta feliz y es que las pérdidas económicas, según señalan, son cuantiosas. Sus representantes responsabilizan de todo a la alcaldesa de Barranco, Jessica Vargas, a quien culpan por no haber reconstruido el malecón. "Vivimos en acoso constante, están hostigándonos todo el tiempo, quisimos remodelar el mes pasado y ella nos paralizó la obra diciendo que no tenemos licencia pero cuando la solicitamos no nos la da", dice Patricia Delgado Cafferata, directora de Bordemar.
La representante de la empresa señala que tras ser evidente el deterioro del malecón, situación agravada por el maretazo que provocó el terremoto en Chile, fue la misma municipalidad la que sugirió poner precintos de seguridad y cerrar con llave los accesos de los restaurantes al malecón para evitar que los comensales transiten por esa zona. "Caí en una trampa por hacer lo que ellos dijeron" afirmó Delgado Cafferata.
Agrega que 700 personas se han quedado sin trabajo y asegura que el cierre ordenano por el municipio no cuenta con la firma ni informe técnico del área de Defensa Civil de Lima. Insiste que "recuperar Bordemar para los barranquinos" se ha vuelto el "caballito de batalla" de la alcaldesa Vargas para ir a la reelección y para ello, insiste, actúa de mala fe.
Ahora, más allá del cumplimiento de las normas y el respeto a la leyes de uno u otro lado, es evidente que el malecón de Bordemar constituye un serio riesgo para cualquiera que por allí transite, sobre todo en caso de un sismo. El tema sin duda, también ha despertado un viejo anhelo no solo de los barranquinos sino de todos, de recuperar las playas para el uso público y que su disfrute sea derecho de todos. El tiempo dirá quién tiene la razón.
Mira aquí las declaraciones de Patricia Delgado Cafferata.
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