728 x 90

De Obama a Trump: así que pasen 4 años...

img

Foto: bbc

Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, dice el dicho. Y eso es lo que, con toda seguridad, deben estar pensando millones de estadounidenses al acercarse el fin del mandato (de 8 años en dos períodos) del presidente Barack Obama. Más aún,  luego de presenciar,  a través de la televisión y las redes sociales, los discursos de despedida del presidente saliente y las primeras conferencias oficiales del presidente electo Donald Trump.

Discursos  para la historia y para la preocupación: Inevitable comparar dos estilos y visiones del mundo tan opuestas. Por un lado apreciamos y admiramos el don de gentes, la tolerancia y el respeto por los valores democráticos de Obama; y por el otro comprobamos, con las cejas alzadas,  el estilo confrontacional, altanero, intolerante y hasta vulgar de Trump, que asume el nuevo gobierno.

Mientras que  Obama se despide con un 60 % de aprobación ciudadana, su mejor marca desde el primer año de su presidencia, Trump se despacha a su manera retando al mundo y a sus rivales políticos. Sus últimas declaraciones, criticando a la canciller alemana Angela Merkel por su política migratoria, su desdén por la OTAN, su insistencia en que México pague por el muro que supuestamente se construirá en la frontera binacional,  y peor aún, sus provocadoras declaraciones sobre la política de islas artificiales de China resultan alarmantes.

 En respuesta a las declaraciones de Trump y su candidato a secretario de Estado Rex Tillerson sobre el tema, los líderes de la potencia asiática han respondido preliminarmente  a través del “China Daily, que ha editorializado, a modo de advertencia amenazante:  “No merece la pena tomar seriamente esos comentarios porque son una mezcolanza de ingenuidad, miopía, prejuicios sobados y fantasías políticas irreales. Sería un desastre si decide aplicarlos en el mundo real... abriría el camino a una confrontación devastadora entre China y EE. UU”.

En el frente interno, tampoco faltan escaramuzas. Al  respetado líder de los derechos civiles John Lewis, compañero de lucha de Martin Luther King, quien había cuestionado la legitimidad de la elección de Trump por la interferencia rusa, el presidente electo le ha respondido de modo insolente señalando que es un parlanchín y que no hace nada por sus electores.

El panorama es, pues, de pronóstico reservado y hasta alarmante. Asistimos a una transferencia de Gobierno muy peculiar que pone a prueba no solo el tejido institucional y la solidez democrática de la primera potencia mundial, sino también la política, la economía y hasta la paz internacional. Difícil hacer una proyección global de futuro sin tomar en cuenta  la posición de Estados Unidos, y de su presidente,  que tiene poder de veto en la ONU, ostenta una economía de enorme repercusión mundial y se ha constituido históricamente en una especie de “robocop” del mundo occidental. ¡Trump tendrá ahora, además, el botón rojo y la maleta de códigos del arsenal nuclear estadounidense!

SOLIDEZ INSTITUCIONAL A PRUEBA

Como señalamos en anterior comentario (11/11/2006), “ Siempre habíamos dicho que, a diferencia de nosotros,  en el primer mundo y sobre todo en Estados Unidos, la estabilidad institucional y económica era la regla y que, no importaba quién ganase las elecciones, porque finalmente todo seguiría igual, sin terremotos políticos ni movimientos pendulares radicales, salvo pequeños matices…. ¡Hasta que llegó Donald Trump y, como en cualquier país tercermundista, cundió el pánico y la incertidumbre en la primera potencia y en todo el  mundo!”

Pues nos reiteramos en ello.

En su discurso  de despedida, un Obama carismático, culto y emocionado, hizo un recuento de lo que considera sus mayores logros. Destacó que  durante su mandato se revirtió la recesión y  se impulsó la industria automotriz, se abrió un nuevo capítulo  con Cuba (que tiene pocos avances y muchos reparos en la comunidad cubano-americana), se logró cerrar el programa nuclear de Irán (con muchas reticencias de varios sectores), se avanzó en la igualdad del matrimonio, se eliminó al autor intelectual del atentado del 11-S, y se garantizó el derecho de salud a 20 millones de ciudadanos (Obamacare), entre otras cosas.

Destacamos, adicionalmente, el apego y la defensa que ha hecho Obama del sistema  democrático, de la inmigración y de la igualdad de oportunidades, así como el agradecimiento y amorosa mención a su esposa Michelle y a su familia.

¿QUÉ SIGNIFICA SER DEMÓCRATA?

El trabajo de la democracia, ha dicho,  es siempre difícil y a  veces sangriento. “Nuestra democracia requiere un sentido de solidaridad; la idea de que estamos en esto juntos. Nos levantamos o caemos como uno”, señaló, alertando sobre los riesgos que se ciernen sobre ella.

Efectivamente, la democracia peligra “si se cede al miedo” y cuando “se la da por segura”, es decir sin un compromiso firme de los ciudadanos, ha dicho. Ello es una clara y directa advertencia a los propios estadounidenses que se abstienen de votar o eligen sin pensar; y que  aplica extensivamente a todos aquellos que, también en nuestro país,  despotrican de la política, pero se abstienen de participar en las elecciones e involucrarse políticamente, o simplemente se desentienden de todo y después se quejan de los yerros o escándalos de  los gobernantes.

Del primer presidente afroamericano en Estados Unidos se esperaba quizás mayores avances en integración racial y  también en reforma migratoria. Sin embargo, con todo lo que queda aún por hacer, y lo que no se hizo por la oposición del Congreso republicano, resulta esperanzadora la apuesta de Obama por la migración. Advirtió que si declinamos invertir en los hijos de los inmigrantes “solo porque no se parecen a nosotros, reducimos las posibilidades de nuestros hijos”, una postura diametralmente opuesta al populista, autoritario, chauvinista, aislacionista,  proteccionista y xenófobo de Trump.

Obama deja, pues, un legado interesante, aunque controversial en algunos aspectos,  que será juzgado por la historia.  No obstante, en cuanto a personalidad y carácter, en lo que coinciden políticos y periodistas destacados en la Casa Blanca, es que con Obama se podría  discrepar y estar en desacuerdo en muchas cosas, pero  siempre se esforzó por dar lustre a la institución presidencial y se mostró abierto a dialogar, debatir y ventilar opiniones libremente.

ALERTA POR LA LIBERTAD DE PRENSA

Desgraciadamente, no pasa lo mismo con Trump, quien con total desparpajo, en su primera conferencia de prensa oficial rechazó las  preguntas de algunos periodistas e  insultó a otros. Al final de la conferencia, cuando el reportero de CNN, Jim Acosta, intentó formular una pregunta, “ya que ha estado atacando a nuestra organización noticiosa”, Trump lo cortó y le dijo: “Tu empresa es terrible… Ustedes son las noticias falsas”. El telón de fondo es que CNN fue el primer medio en alcanzar a Trump y Obama un reportaje de presunto chantaje ruso (de naturaleza sexual) c0ntra Trump, que finalmente no fue publicado, pero que no ha sido totalmente deslindado.

Por lo que parece, viene un delicado momento para la libertad de prensa, expresión  y opinión en Estados Unidos, con un futuro presidente que así como rechaza informes de Inteligencia de su propio país, se niega a actuar con transparencia en cuestiones básicas como su declaración de impuestos. Finalmente, se pondrán a prueba la misma democracia estadounidense y la Primera Enmienda de la Constitución que confiere importancia fundamental a la libertad de expresión y rechaza cualquier limitación de ella.

Trump siguió comportándose en esta conferencia tan confrontacional como en la campaña. Insistió no solo en traerse abajo el programa de salud Obamacare, sino también en la controversial iniciativa de construir un muro en la frontera con México y con dinero de los mexicanos, lo que ha sido rechazado por el gobierno de este país. Sin embargo, la  primera consecuencia de este reiterado anuncio fue la estrepitosa caída del peso mexicano.

En cuanto a Rusia, aunque ha finalmente ha reconocido que sus agentes estuvieron detrás del ´hackeo´ del Partido Demócrata, no ha reaccionado  en consecuencia como se esperaba de un mandatario estadounidense, quizá porque sabe que eso ayudó a su campaña.

“¿SOBREVIVIRÉ?”: EL RELANZAMIENTO

Tiempos difíciles y estados alterados. ¿Qué le espera ahora a Estados Unidos y al resto de la humanidad, dadas las repercusiones que inevitablemente tiene lo que sucede en la primera potencia mundial? Como decíamos hace un par de meses, tras la elección de Trump, “Normalmente, al presidente de Estados Unidos se le llamaba ‘el líder del mundo libre’, pero incluso ahora este epíteto pierde esencia con Trump, que agravia a las minorías de su propio país, amedrenta a la prensa independiente, le cuesta reconocer sus errores y no sabe pedir disculpas, y ha hecho del discurso discriminatorio, divisionista y confrontacional su caballito de batalla.  ¿Y qué política ante América Latina podríamos  esperar de un presidente como este?” Pues, del modo como se comporta con México, no mucho.

Dicen muchos de los seguidores de Trump que hay que darle el beneficio de la duda y esperar que tome posesión del cargo para ver al verdadero Trump, que prometió grandeza para Estados Unidos.

 Habrá que esperar. Pero hay poco lugar para el optimismo en la política mundial, con China cada vez más asentándose como súper potencia mundial, con Rusia dirigida por una cúpula y un sistema poco democrático de “hombre fuerte” que se niega a dejar de lado el intervencionismo, con Europa cada vez más debilitada por la salida de Gran Bretaña y el barullo político populista, y por la corrupción que salta por todas partes. Veremos cómo reaccionan las bolsas mundiales y la economía global.

De cualquier modo, esperamos que funcionen en Estados Unidos los resortes institucionales y que reaccione el Partido Republicano. A la incertidumbre y los tiempos difíciles hay que responder con firmeza y convicción democrática, sin perder la esperanza, como han empezado a hacer un grupo de ganadores del Óscar y artistas de Hollywood, que quieren darle un nuevo significado al clásico de Gloria Gaynor, “Sobreviviré”, ahora dedicado a Donald Trump (http://elpais.com/elpais/2017/01/12/estilo/1484212135_765707.html?id_externo_rsoc=FB_CM).

Debemos estar  muy atentos al desarrollo de los acontecimientos con este nuevo presidente tan confrontacionalmente voluntarioso, por decir lo menos.  Como bien dijo el líder demócrata e icono de los derechos civiles en Estados Unidos John Lewis, en una declaración que ha sido aclamada por los demócratas: “No hemos terminado de luchar por el progreso. Estamos preparados para luchar otros cuatro años”, que es lo que dura el período presidencial. Extrañaremos a Obama.

IR A COMENTARIOS

Comentarios