Culminó con aromas de fiesta, barrio y tradición, la décima edición de Mistura, esta vez en el antiguo Rímac. La feria gastronómica más grande de América Latina sigue congregando multitudes, que recalaron en nuestra capital para disfrutar y comprobar la variedad, exquisitez y calidad de la comida peruana.
Dentro de ello, es destacable la presencia de 35 mil visitantes extranjeros, entre ellos muchos periodistas, lo que revela la cada vez m0ás creciente atención que despierta en el mundo nuestra gastronomía, ya posicionada entre las mejores del mundo. Muchos vinieron exclusivamente por Mistura.
Como siempre, la feria se realizó por todo lo alto. Todo en un ambiente festivo, esta vez junto a la Alameda de los Descalzos, bajo la mirada tutelar del cerro San Cristóbal y al ritmo de guitarra, cajón y ritmos criollos. Entre las principales atracciones tuvimos, aparte de los concursos y las conferencias de alto nivel con presencia de especialistas de talla mundial, la zona de brasas, con el delicioso chancho al palo y el cuy cocidos a fuego lento, las cervezas artesanales, el pabellón de sopas y caldos, y por supuesto el pabellón del pisco y el Gran Mercado, donde cada año productores de todo el país departen y comparten con el gran público directamente.
MARCA PERU, MARCA DE CALIDAD
Desde Apega nos sentimos realmente complacidos no solo por la convocatoria de Mistura, sino principalmente por comprobar los altos niveles a que está llegando nuestra cocina. Además de herederos y preservadores de una herencia milenaria, somos innovadores y creativos, y cada vez más conscientes y responsables de mantener altos estándares en comida sana y en los procedimientos de preparación, cuidado de ingredientes y también en cuestiones sanitarias.
El Perú ha sido elegido varias veces como el Mejor Destino Gastronómico Mundial y Lima es ya conocida como la Capital Gastronómica de América. Llegar a este punto ha sido un gran logro, pero constituye también un enorme reto de mantener el nivel y mejorar aún más. Ello exige que el Estado y el sector privado trabajen como un tándem, de modo que la gastronomía peruana se consolide en la cumbre mundial, y sea declarada, antes del 2021, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Como señalábamos previamente en esta columna (8/8/2017), “faltan pocos años para el Bicentenario de nuestra independencia. Para entonces, esperamos que Mistura siga estando en el corazón de todos los peruanos, y que, como ha prometido el Gobierno, se logre fortificar aún más el vínculo de la gastronomía y el turismo, lo que a su vez demanda un mayor apoyo del Estado a través de una política gastronómica cuyos detalles aún esperamos con gran expectativa”.
PPK: CAMPO FERIAL A LA VISTA
Al inaugurar esta X edición el presidente Pedro Pablo Kuczynski calificó a Mistura como un “emblema de la cocina peruana” y destacó que es un símbolo de lo que se puede hacer, “del progreso rápido, pero con sabor y gusto”, además de anunciar que próximamente se creará un campo ferial permanente, donde pueda realizarse Mistura y otras ferias.
Le tomamos la palabra y suscribimos su entusiasmo, aunque enfatizando el arduo trabajo que ha costado llegar hasta acá, con perseverancia, investigación, orden y creatividad de unos pocos que luego se convirtieron en muchos. Hoy la gastronomía es, además de motivo de creciente autoestima nacional, una fuente de creación de empleo y cadenas productivas; y Mistura una marca nacional (lovemark) preferida por los peruanos.
Llegar al décimo año ha sido gratificante y arduo, y esperamos que la próxima convocatoria sea igualmente una muestra representativa de las mejores cocinas de todas las regiones, de platos deliciosos que hunden sus raíces en lo antiguo y lo moderno, y de peruanos y extranjeros que conocen y disfrutan el sabor peruano, sabroso, sano y de calidad. ¡Salud por ello con pisco peruano!
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