Pronto, el estado de emergencia en el Callo podría extenderse a todo Lima y la razón es simple: las calles están cada vez más inseguras.
Podría parecer una exageración, pero no. Es evidente que el problema de la inseguridad está llegando a niveles alarmantes y nadie lo puede negar.
"Nuestra delincuencia se ha vuelto mucho más violenta y hasta letal", tuvo que reconocer el ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, durante la inauguración de una nueva base en Comas para el escuadrón Los Halcones.
En solo 14 días, 14 personas fueron baleadas, entré jóvenes y menores de edad.
En los últimos días dos jóvenes fueron baleados por delincuentes: un escolar de apenas 17 años, quien fue asesinado a balazos en San Juan de Lurigancho frente a su familia y un estudiante de la Universidad de San Marcos, Mishel Solís Márquez, quien recibió un disparo en la pierna a pocas cuadras de su casa de estudios.
¿Por qué hemos llegado a estos extremos?
Pérez Guadalupe asegura que la Policía está preparada para enfrentar a la delincuencia que, como bien reconoció, está cada vez más "violenta" y "letal".
Pero la realidad nos muestra otra cosa, un escenario de terror, en el que parece que la Policía estuviese 'pintada'. A pesar de esta dramática situación, el ministro ha descartado que Lima vaya a ser declarada en estado de emergencia.
"Creo que la declaratoria de emergencia es en caso excepcional", aseguró.
Las palabras del jefe de la Región Policial Lima, César Gentille, tampoco terminan de convencer. Según asegura, estos casos de violencia "se pueden seguir registrando, pero en menor número". (¿?)
Esto lo dijo al asegurar que en próximos días se estarán consolidando las medidas de seguridad para combatir la inseguridad.
Actualmente, según aseguró Gentille, en los alrededores de la Universidad San Marcos se ha establecido un cordón de seguridad. La misma medida se ha implementado en otros centros de estudios.
Es lamentable que a raíz de un accidente, la Policía se haya puesto en acción ahora.
Recientemente fue capturado Christopher Jaimes Domínguez, un sujeto que asaltaba en las inmediaciones de las universidades San Marcos y La Católica.
"Fue bloqueado con la aplicación del plan cerco hasta con tres parejas de halcones que cerraron las vías por donde podía fugar y luego desembocó a Aurelio García y García", explicó el general César Gentile, jefe policial región Lima, entrevistado por América Noticias.
Jaimes Domínguez se encuentra detenido y la Policía comenzó a investigar si tuvo participación en el robo a mano armada contra Mishel Solís Márquez, estudiante de San Marcos.
¿Qué medidas se están tomando?
Hace unos días, el ministro del Interior informaba que ante el incremento de la inseguridad en las calles 1,770 policías provenientes del interior del país ayudarían a reforzar las labores policiales en la capital y que otros 2,565 agentes administrativos.
A esto se han sumado intervenciones a los buses del transporte público, donde también se han registrado asaltos con armas de fuego.
Para el exjefe de Radiopatrulla, Carlos Remy -consultado por Perú21 - lo que hace falta para afrontar esta situación es un "plan integral de patrullaje".
"Lo que viene haciendo la Policía es reaccionar ante hechos mediáticos, como los asesinatos de estudiantes y atentados contra cambistas. Han juntado a todos los agentes en Radiopatrulla para la foto."
Remu indicó que también es necesario "hacer inteligencia" y criticó que se vayan a traer policías de provincia para ayudar en Lima.
"Ahora, eso de sacar personal de provincias para traerlo a Lima puede generar dificultades. Trasladas el mal a otro lado, como ocurre en Huacho. Se hace esto como si las regiones no tuvieran sus propios problemas de seguridad. Se está quitando la capacidad operativa en otros sitios."
"Debe haber una redistribución de fuerzas. También se debe fortalecer la comunicación con las comisarías. Las medidas adoptadas son de corto plazo, y a la semana siguiente se olvidan", agregó.
Lo que esta terrible y alarmante situación nos ha dejado es que actualmente cualquiera puede hacerse de un arma y usarla para simples robos. Ya nadie teme disparar y resistirse a un robo es asegurarse un balazo. ¿Hasta cuándo?
Comentarios