Son muy contadas las personas que comprenden por qué el Gobierno español no pudo evitar la huida de Puigdemont y los exconsellers hacia Bruselas, si ya estaba anunciado públicamente el apoyo del Vlaams Belang según había declarado a la prensa su líder Tom Van Grieken, lo que se esperaba era que les retirasen el pasaporte lo antes posible, pero no fue así. El partido ultraderechista belga pretende la independencia del país de Flandes, aparte de los eurodiputados representantes de Cataluña en la Eurocámara es el único apoyo político que tienen los secesionistas catalanes en Bruselas, ya que el Parlamento Europeo les ha dado rotundamente la espalda. Sin cesar Puigdemont tilda de anti demócrata y fascista al Gobierno español, y es bien cierto que en el PP yace la sombra del caudillo Paco Franco, sin embargo, a pesar de que los partidos que han promovido el independentismo representan de manera manifiesta a la izquierda catalana, los únicos que han abierto la boca a su favor han sido los neo nazis como el very brexitish Nigel Farage, uno de los pioneros en pos de desmontar las democracias europeas vía movimientos nacionalistas, hasta que lograron separar al Reino Unido de Europa, debilitando a ambas peligrosamente.
Otros líderes dinamiteros del proyecto democrático de la UE también se han manifestado a favor de los soberanistas catalanes, como Maduro, o los partidos neonazis austriaco, húngaro u holandés. Fuera de estos, el resto de los organismos sociopolíticos europeos ha optado unánimemente por hacer oídos sordos. Entre ellos el Gobierno belga, habiendo rechazado la solicitud planteada para declarar el reconocimiento de la cuestionada República de Cataluña. De tal manera que ya no se entiende quien ha puesto más el hombro a la campaña de secesión, si los neonazis o el Kremlin sirviéndose de las redes sociales dirigidas por Maduro. Hasta ahora Putin no les ha concedido el menor gesto de solidaridad, obviamente de cara al público quiero decir, pues ya es vox populi que los hackers rusos han venido trabajando duro y parejo para urdir la trama cibernética a través de Venezuela. Siempre enfocados en la desestabilización de las democracias europeas, azuzando a ambos bandos y mal informando, como es entre otras noticias falsas el caso de la anunciada intención de independencia de las Islas Baleares, las cuales nunca se plegaron a esta causa. Por su parte la prensa occidental declara con bombos y platillos la estrepitosa derrota del intento secesionista, no obstante no está aún claro, queda mucho pan por rebanar. No hay oráculo capaz de predecir el resultado de las próximas elecciones del 21D.
Para empezar el ejército cibernético de 8.000 hackers dirigidos por el Kremlin ya ha logrado en parte su dañino objetivo. Por el momento todo sigue siendo peligrosamente incierto para España y para la propia Cataluña. Queda aún el suspenso de la comparecencia de Puigdemont y de sus compañeros de exilio ante los Tribunales de Justicia. Como consecuencia del “procés” separatista miles de insospechados problemas han surgido, entre otros la huida masiva empresarial que ha dejado al país prácticamente en ruinas, con demasiada frecuencia multitudinarias manifestaciones invaden plazas y calles, seguridad ciudadana, orden constitucional y todo lo que queda aún por restablecer. Cataluña no sólo ha dividido a España, se ha escindido de ella misma, y esto no parece tener solución. Todas las leyes constitucionales no serán nunca suficientes, porque como bien ha declarado Sauli Niiistö, Presidente de Finlandia, “el conflicto está en el corazón de los hombres y esto es muy difícil de arreglar”.
Recientemente ciento setenta alcaldes se han desplazado desde Barcelona en un vuelo chárter hasta Bruselas para participar en un acto de solidaridad con su líder. Este, además del gasto del grupo exiliado en Bélgica ¿quién lo solventa? Es una de las capitales más caras de Europa, unos dicen que es el Vlaams Belang en chanchito con sus nazi-colegas europeos, otros que es el Kremlin que opera tras el biombo, aunque Putin niega de manera rotunda cualquier tipo de injerencia. Cierto es que todo comenzó con el proceso judicial por prevaricato y otros delitos abierto contra el inamovible caudillo catalán Jordi Pujol, quien se mantuvo al mando del poder regional durante más de veinte años. Este político tiene pendiente las cuentas con el pueblo de Cataluña y está siendo investigado junto a un colectivo de millonarios empresarios catalanes - casi sin excepción todos ellos de raigambre franquista - quienes están siendo investigados por los Tribunales españoles por malversación de fondos. Nada más eficaz a lo largo de la historia para salvarle el pellejo a la alta burguesía que solventar una rápida movida hacia el despertar nacionalista del pueblo, “pa’ echarle tierrita al muerto” como decimos en el Perú.
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