1. Presión social
Muchas veces nos han dicho que debemos ser auténticos y no imitar lo que otros hacen, sin embargo, valgan verdades, alguna vez hemos hecho algo sólo por encajar en un grupo. Ya sea que se trate de beber alcohol cuando aún se es menor de edad o adoptar la misma política de alguien que admiramos, a veces lo hacemos por caer bien a los demás más que por nosotros mismos. Incluso cuando nos juntamos para molestar a alguien en la calle.
2. Hábito
La fuerza de la costumbre puede ser muy difícil de romper, sino pregúntale a un fumador, para ellos es imposible no fumar. Aunque hay algunos fumadores que sólo lo hacen después de la comida o cuando van a fiestas, es un hábito ya. Ellos conocen las consecuencias de fumar en exceso , pero aún así lo siguen haciendo.
Quizás no saben que para que algo se vuelva un hábito hay que hacerlo durante 21 días seguidos . Si fumas mucho, puedes intentar no fumar sólo 21 días.
3. Estar condicionado
Posiblemente no te has dado cuenta que estás en un grupo que ha hecho, adrede o no, que creas fielmente en determinadas cosas. Quizás son malas, pero como han sido parte de tu entorno por mucho tiempo tú crees que están bien. En algunos casos llegamos a ser condicionados a pensar, sentir y actuar de ciertas maneras, debido al resultado de un evento impactante en nuestro pasado.
4. Negar que estamos haciendo algo mal
Existe gente que cree que todos y todo a su alrededor están mal, menos ellos. La negación puede ser peligrosa, sobre todo si no que reconoce que a veces se necesita de otros que hagan que nos demos cuenta que estamos haciendo algo mal. Autoevaluarnos es importante para no caer en la negación, sólo piensa por un momento en cómo tus acciones te afectan a ti y a la gente que te rodea.
5. La desinformación o falta de educación
Lamentablemente a veces hacemos algunas cosas mal porque no estamos muy informados al respecto, por ejemplo, las consecuencias de ver televisión de cerca. O el hecho de beber demasiada gaseosa sin saber que una simple lata puede contener hasta 9 cucharaditas de azúcar . A veces sin querer algo que percibimos como bueno puede ser todo lo contrario.
6. Nos gusta el papel de malo
Por ejemplo, desvelarse tomando con unos amigos (algunos creen que es ‘bacán’ llegar a estudiar o a trabajar con cara de resaca) para dar la apariencia de ‘bohemio’. Lo que sucede es que a veces las cosas se sienten bien en el momento pero después uno paga las consecuencias de haber interpretado el rol de ‘antagonista’ (el rebelde, el ‘canchero’, etc.) durante gran parte de nuestra vida.
¿De qué sirve hacer cosas buenas si parecen malas? O peor aún ¿Por qué si eres malo esperas que te pasen cosas buenas? Te acabamos de decir 6 razones de porqué hacemos cosas que no deberíamos hacer, después de conocerlas ¿en verdad quieres seguir viviendo igual?
Comentarios