Los payasos no solo llevan alegría y color a los niños y a las fiestas infantiles en general. Hay casos como los del payaso Pogo que escondían una personalidad un tanto oscura detrás de las pinturas y la naríz roja; detrás de esa fachada alegre que llevaba había un asesino siniestro y carente de piedad. 

Entre 1972 y 1978, John Wayne Gacy (su verdadero nombre) terminó con la vida de 33 jóvenes y niños y por tal razón fue sentenciado a pena de muerte, la misma que se hizo efectiva en 1994 vía inyección letal. Cuatro años después de su ejecución, se excavó la propiedad donde vivió para encontrar nuevos restos porque unos análisis demostraron ciertas anomalías en el terreno.

Fueron 14 las anomalías halladas. En vida, Gacy había declarado haber asesinado a 45 jóvenes, pero solo 28 fueron encontrados enterrados en las primeras pesquisas, los otros 5 fueron encontrados en el río, justo donde Gacy los había lanzado.

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¿Que llevó a Pogo a matar? Gacy creció en el seno de una familia disfuncional, donde sufría de violencia física y psicológica por parte de su padre, además, un hombre muy cercano a la familia abusó sexualmente de él a la edad de seis años.

Ya de adulto encontró un trabajo estable y una esposa con la que pudo formar una familia. Pero desde que empezó a tener problemas con su mujer por sus tendencias sexuales (no sentía satisfacción ni atracción por las mujeres) su vida comenzó a cambiar.

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En 1967 agredió sexualmente a Donald Voorhees, de tan solo 15 años de edad, delito por el que Gacy fue enjuiciado por los cargos de violación y sodomía. La condena fue de 10 años aunque en 1970 se le otorgó la libertad condicional; para ese momento ya estaba divorciado de su esposa.

En la década de los 70 se involucró en política y empezó a trabajar en una empresa de contratistas, la misma donde vería a sus víctimas. El primero fue Timothy McCoy, a quien Gacy abordó en el camino y lo llevó a su casa tras una jornada laboral. Cuando amaneció, Gacy se vio en la cama y al joven con un cuchillo en mano. Gacy lo atacó y finalmente lo asesinó con el mismo cuchillo. Según su propio testimonio, Gacy disfrutó matando al joven y se dio cuenta que matar lo emocionaba mucho.

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Enterró el cadáver en su casa y en años posteriores, los vecinos se quejaban de un extraño y fuerte olor desde el domicilio de Gacy, aunque su explicación era que se trataba de humedad en el sótano. En ese tiempo disfrutaba haciendo shows como "El payaso Pogo" aunque nunca atrajo a sus víctimas disfrazado.

Su último crimen fue el del joven Robert Piest, quien había ido a casa de Gacy por un trabajo de contratista. La madre del joven supo de los deseos de trabajar por parte de su hijo y cuando éste desapareció dirigió a los policías a investigar a Gacy. Él negó haberlo visto pero los agentes sospecharon de él y llegaron a sus antecedentes de pedofilía y pederastía.

Con la orden de un juez, registraron la casa y descubrieron pruebas que relacionaban a Gacy con el crimen hasta que finalmente tuvo que confesar.

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Al realizar las pesquisas correspondientes, la Policía marcó los lugares donde yacían 33 cadáveres. En su declaración final, la vida del payaso asesino parecía ser sacada de una película de terror y durante el juicio, Gacy aseguró que existían “cuatro John: el contratista, el payaso, el vecino y el asesino y constantemente respondía con las palabras de uno y de otro”. Fue sentenciado a la pena de muerte y el 10 de mayo de 1994 le aplicaron una inyección letal; sus últimas palabras fueron "Besame el culo".

Muchos padres de familia, al conocer lo ocurrido, se horrorizaron al conocer que el payaso que tanto los había hecho reír, era un peligroso asesino y más terror sintieron cuando se dieron cuenta que el peligro estuvo demasiado cerca de ellos y sus hijos. Los asesinos seriales, como John Wayne Gacy, son en muchos casos personas de las que menos se espera que lleven una doble vida. Portan una mascarilla pública agradable y confiable pero por dentro está un ser carente de compasión, frío calculador y un peligroso victimario.

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Algunas de sus víctimas de izquierda a derecha y de arriba a abajo: John Butkovitch (17 años), John Szyc (19), Randall Reffett (15), John Mowery (19), Sam Stapleton (14), Rick Johnson (17), William Carroll (16), Matthew Bowman (19), Russell Nelson (21), Darrell Sampson (18), Gregory Godzik (17) y Robert Piest (15).

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