Esta es la adaptación de la carta que le respondió Michelle Thomas a Simon, un hombre de 40 años con el que salió y le mandó un mensaje con el que acaba toda relación con ella.

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Los días junto a él fueron increíbles. Fueron las 2 semanas más emotivas, cálidas y cercanas al amor que pudo haber vivido alguna vez. Nos conocimos por un amigo en común y, de pronto, el comenzó a llamarme, insinuarse y yo no lo negué nunca. Siempre fue mi decisión, cada momento que tenía ganas de verlo lo llama y él aparecía en mi puerta con un ramo de rosas, a veces tulipanes, muchas veces abiertos, otras veces resplandecientes; en verdad, no importaba si estaban bien o no, solo me bastaba su sonrisa. Emprendíamos a la marcha junta de los brazos, amarrada como almas gemelas. Llegábamos al restaurante y pedía lo que quería. No me preocupaba porque esta vez él invitaba. No me preocupaba que tenga una hija de 13 años. Cada momento con Simon era inolvidable.
A la mañana siguiente mi celular me despertó, era un mensaje del lindo. Espera. Hay algo extraño en el comienzo de sus palabras. Algo está pasando. No quiero terminar de leer. No.

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“Eres traviesa y divertida. Eres justo ese tipo de mujer con la que me encantaría salir y bailar de por vida. Pero hay un problema en el que mi cuerpo y mente ya no pueden evitar. Creo que ya no puedo. No te voy a mentir, te amo Michelle y creo que eres la chica más tierna y hermosa que pude haber conocido. Pero mi mente busca a alguien más delgada. No me malinterpretes. Me encanta tu cara, como piensas, tu personalidad, pero no puedo decir lo mismo de tu figura. En realidad, me casaría contigo si fueras más delgada. Por favor, trata de perdonarme. Te amo.”
No. Esto no puede estar pasando. Ayer me besó, dijo que me amaba, ¿por qué es tan idiota? Tendré que responderle.

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Tienes ese miedo que toda adolescente alguna vez sintió. Ese miedo que te deja llevar por las apariencias. Disculpa, Simon, me da mucha pena que pienses así. Me da pena. No por mi, sino por ti. No importa cuán gracioso, cuán divertido seas, cuán inteligente, apasionado, leal, determinado, vibrante seas, nada importa si eres un patán. Nadie te encontrará deseable si eres así. Ahora quiero que tengas el coraje para ir donde tu hija y cuides de su cuerpo para que no sea como el mio, porque para ti es un impedimento para amar. Pero, sobre todo, quiero que alabes su intelecto, creatividad y presiónala para que sea una persona sin miedos. Que no tenga ese miedo en dejarse llevar por las apariencias tal como lo tiene su padre.
De lo que te pierdes, Simon

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