1. Lágrimas de cocodrilo
Verdaderamente los cocodrilos producen lágrimas, pero estas no representan algún sentimiento de tristeza, simplemente sirven para lubricar sus ojos. La frase "lágrimas de cocodrilo" fue creada por Sir John Mandeville y fue difundida por Shakespeare. Según ellos los cocodrilos lloraban para dar la impresión de un falso sentimiento a sus víctimas.
2. Salvados por la campana
En que menos ha dicho esta frase cuando ha salido librado de algún apuro. La historia de este dicho data de hace muchos años, cuando todavía los médicos no sabían que una persona en estado de coma no estaba muerta. Ante de ello una gran cantidad de desafortunados fueron enterrados vivos.
Fue entonces que para evitar ello, a alguien se le ocurrió la brillante idea de atar campanas a los pies y manos de los muertos para que si algún día despiertan las campanas suenen y puedan sacarlos de la tumba.
3. Romper el hielo
Este dicho proviene del tiempo en el que el comercio mundial se hacía por barco. En muchas ocasiones los grandes navíos se vieron atrapados entre el hielo, entonces unos barcos más pequeños eran enviados para romper el agua congelada y abrirles camino.
En la actualidad las personas utilizan esa frase cuando el ambiente entre dos personas está tenso por alguna razón.
4. A caballo regalado, no le mires el diente.
Antiguamente el valor de un caballo se determinaba inspeccionando sus dientes. Hoy, la frase "a caballo regalado, no le mires el diente", es usado por las personas cuando reciben un regalo de alguien.
Preguntar cuánto costó o buscar la marca del regalo, sería como verle los dientes de un caballo.
5. Dormirse en los laureles
El origen de este dicho proviene de la antigua Grecia. Los campeones de los Juegos Olímpicos eran premiados con coronas de laurel en señal de victoria. Ahora esta frase se usa con aquellas personas que lograron algo y ya no quieren seguir trabajando por más o andan muy confiados.
6. No cuentes los pollos antes de que nazcan
Esopo, el gran escritor de fábulas fue el creador de este dicho, el cual aparece en uno de sus relatos. La historia trata de una joven que llevaba un jarrón con leche que iba a vender. Mientras caminaba ella pensaba en las cosas que podría hacer con el dinero. Una de sus planes era comprar huevos para conseguir pollos, y luego venderlos y comprar un hermoso vestido y poder enamorar a un hombre.
Sin embargo, sus sueños se destruyeron cuando dejó caer el jarrón con leche al piso. Su madre vio lo ocurrido y dijo la famosa frase.
Hacerse el ciego
Aunque los historiadores aún dudan de la veracidad del origen de este dicho, existe una historia en torno a él que es la más popular. Según se cuenta, el oficial naval británico Horatio Nelson, quien llevaba un parche en uno de sus ojos, se encontraba en medio de una batalla naval.
La flota enemiga era mucho más poderosa que la suya, así que sus hombres le pidieron retirarse. Horatio cogió su telescopio y vio a través de él, pero con su ojo malo y luego comentó que no veía motivos de preocupación. Horas más tarde ganó la batalla.
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