No te va a gustar ver como la ciencia puede ser capaz de arruinar las escenas más tiernas de los personajes de Disney. Gracias a gente con un villano corazón, los protagonistas de las más tiernas fantasías animadas lucen otra imagen totalmente diferente a la que conocemos realmente. El portal Buzfeed se encargó de hacer tan triste recolección.
Gepeto pudo haber sobrevivido dentro de una ballena.
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Bueno, primero hay que aclarar que según el cuento la ballena que se lo tragó era barbuda y no tenía dientes como para desmembrarlo pero tampoco podría haber sido tragado de un bocado porque las ballenas no están adaptadas para digerir carne de mamíferos.
Elsa (Frozen) sería asesina
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En la actualidad no se puede "descongelar" a alguien. Por eso, las personas congeladas por la Princesa Elsa morirían.
La Bella Durmiente tendría un aliento dañino.
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Estaba cubierta de escamas y aparte de eso, Aurora debía morir deshidratada tras una semana o dos. Además de no producir saliva, su aliento era de Dragón. Provecho Príncipe.
Por el peso la cabeza de Pinocho se tendría que caer luego de 13 mentiras.
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De acuerdo a algunos cálculos, por la longitud de la nariz el cuello se rompería por no soportar demasiado peso.
Nemo tendría que haber sido pareja de su padre
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El pes payaso es hermafrodita, por lo que al perder a su pareja, el papá de Nemo se debía convertir en pez femenino y juntarse con su hijo.
Aladino y Jazmine se habrían quemado en la alfombra mágica.
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Un meteorito viaja entre 6 y 43 millas por segundo y se destruye al entrar en contacto con la atmósfera. En la película, la pareja hace 600 millas en ese tiempo así que imagina su final.
Si las sirenas fueran reales, Ariel sería así...
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Con la nariz en la parte superior de la cabeza, brazos cortos y las aletas saliendo de su espalda. Esa fue la explicación que dio un experto en biología educativa.
Seguramente viste esta escena de El Rey León:
Simba cree que las estrellas son reyes muertos. Timón piensa que las estrellas son luciérnagas. Pumba sostiene que las estrellas eran bolas de gas. Lo cierto es que en la vida real, Simba se comería a Timón y Pumba.
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