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Lluvias y sequías, el drama de Perú en el verano

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Los distritos Tambopata, Manu y Tahuamanu, en Madre de Dios, continúan en estado de emergencia después de que se produjesen importantes inundaciones. Las ayudas han comenzado a llegar a las zonas afectadas, pero aún quedan algunos lugares en los que los ciudadanos permanecen sin alimentos y empiezan a sufrir las consecuencias del frío. 

“Este no ha sido un gran año de lluvias en la sierra pero hemos tenido un episodio muy violento de lluvias en la selva sur hacia mediados de enero. Un fenómeno produjo precipitaciones en Puerto Maldonado en las que cayeron más de 200 litros por metro cuadrado. Esa sola lluvia es mayor a lo que normalmente llueve en este lugar durante todo el mes de enero”, afirma el meteorólogo Abraham Levy en entrevista con Espacio360.  

Mapa de lluvias en el Perú el 26 de enero. La zona de Madre de Dios se presenta pintada

de rosa, lo que significa que sufrió el nivel más fuerte de lluvia. 

Estas precipitaciones han afectado a “entre 8,000 y 12,000 personas". Según cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indecopi) el pasado 31 de enero, hay en total 2,798 damnificados y 6,530 afectados. Además, Levy afirma que “los suelos ya no pueden absorber más agua, están saturados”. “Se ha tratado, sin duda, de un evento extraordinario”, indica el meteorólogo.

Las previsiones no deparan buenas noticias. “Por la época del año, esperamos que las precipitaciones van a continuar y que se van a incrementar los damnificados en esa zona del país”, señala Levy.  

En cuanto a las previsiones que se podrían llevar a cabo, el entrevistado dijo que este tipo de fenómenos tan extremos “no se pueden prevenir pero sí mitigar”. “Ya sabemos que vienen más aguas y conocemos en qué zonas se va a acentuar más”, por lo que así será más fácil evitar que los daños sean tan devastadores como hasta el momento.

Además de los daños a personas y animales, la economía se ha visto afectada por estas lluvias. "No es una zona donde la economía sea más productiva. La economía en Madre de Dios aparentemente es la minería ilegal que también debe estar sufriendo las consecuencias”, explica Levy. Asimismo, se ha dificultado el tránsito por las carreteras que llevan a estas ciudades.

Para ayudar a la población de Madre de Dios, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) envió desde Lima 11 toneladas y 800 kilos de víveres, además de ayuda humanitarias. "El Gobierno regional y los Gobiernos locales vienen atendiendo con alimentos a la población afectada", explicó Alfredo Murgueytio, jefe de Indeci.

Sin embargo, en el informe de ayuda no se menciona a la localidad de Puerto Rosario, situada a 50 kilómetro de Puerto Maldonado y cuyos pobladores llevan más de una semana sin recibir alimentos y otros enseres necesarios para sobrevivir.

Puerto Rosario. (Fuente: inforegion.pe)


Las autoridades han habilitado albergues donde las personas cuyas casas están inhabitables puedan acudir para permanecer mientras continúa el temporal. En estos centros hay profesionales médicos que se encargan de atender a los damnificados.

Del mismo modo, según informó la agencia Andina, se implementó la vigilancia epidemiológica sobre las Infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas agudas, piodermitis,  hongos y otros, en los albergues de Tambopata. Se entregan medicinas de manera gratuita a las personas que las requieran de acuerdo a la patología.


Lluvias y sequía en el país

Mientras que en Madre de Dios se mantiene la alarma por inundaciones, otras zonas del país sufren serias sequías. “Si en el sureste, donde está Madre de Dios, tenemos una abundancia, en el otro extremo, en el norte y el oeste, donde están los reservorios, hay muy poca agua con riesgo de vaciarse en los próximos días”, advierte Levy.

Además, el meteorólogo asegura que “el daño económico que causa una inundación es instantáneo, pero el que causa una sequía es aún mayor, pero no es instantáneo”.

“Lo que vamos a ver en las próximas semanas va a ser la llegada, a finales de verano y principios de otoño, de un punto de agua caliente que va a producir un calentamiento de toda la costa peruana y eso va a atenuar el otoño. Por lo tanto, esperamos que 2014 sea un año particularmente seco con un final de año con lluvias intensas en el norte que les va a sacar y con un otoño atenuado con ‘El niño’ débil”, explica Levy. 

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