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Sangre con sabor a MDMA: Crystal Castles se despide en mala onda

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Si no conocen al sueño mojado hipster de la última década, Alice Glass, es que deben de haber estado viviendo en una cueva con mala conexión wi-fi. La mitad más fotogénica y menos peluda de Crystal Castles (banda que si no han tenido el inquietante placer de escuchar deberían estar googleando ahora mismo, si es que en algo les importa el pop inyectado de sustancias experimentales desconocidas), dio el carpetazo definitivo a la banda en octubre del año pasado, dejando ojos perdidos en la vastedad de la pantalla y lánguidos dedos desprovistos de nuevas fotos que escrolear/stalkear

 

 La noticia era escueta y venía, como es tendencia, , a eso de las 5: 45 am. Alice anunciaba que emprendía proyecto solista y de paso le lanzaba una chiquita a su ex partner: "Mi arte y expresión personal, en todas sus formas, han sido siempre un gesto hacia la sinceridad, honestidad e empatía por los demás. Por múltiples razones, tanto profesionales como personales, ya no siento que eso sea posible desde CC." Luego dejaba caer que era el fin de la banda y convocaba que la siguieran en su nueva aventura creativa. Auch: Crystal Castles acaba de soltar nuevo track, con unas vocales distorsionadas que suenan exactamente como las suyas. Cuando Pitchfork le preguntó a Ethan (Kath, productor, compositor musical y parte remanente de CC), este contestó que "no se trataba de su voz manipulada, sino de la una chica llamada Edith". Como quién viene a decir: "Cojo un gato de la calle, lo grabo maullando, lo manipulo hasta el pitch correcto y listo, cualquier vaina suena a mi ex cantante". 

El intercambio de twits, que consiste en el relleno de este sánguche de mal rollo sin filtro, lo pueden ver en casi cualquier revista especializada, como esta o esta, pero lo que nos ocupa a aquellos fieles receptores de cada transfusión de sangre contaminada de tabaco, alcohol y crítica social extrema es quién o qué va a reemplazar a la única pieza de Crystal Castles que interactuaba con el público hasta el punto de ofrecerse a la turba de zombies festivaleros como un ángel beodo. 

 

Una cosa es cierta y es que por más infalible que sea Kath como compositor, tiene el carisma de una piedra pomez. A menos que la enigmática Edith (esto me recuerda no sé por qué a la película esa del patín que, harto de que lo bulleen por nerd, se fabrica una novia súper hot que lo convierte en la envidia de toda la secundaria, incluidos profes), cuente con unas habilidades escénicas y un gusto por la atención tan extremos como la camaleónica Alice, la cosa está complicada.  

 

Mientras tanto, Frail. el nuevo track de CC, parece el resultado de un cálculo exacto entre lo más decadente y grave del  y lo más tonero  y pop de todo .

  

De Alice Glass, por el momento, nos quedan las mil quinientas instantáneas como la chica más deseada y envidiada del hipsterismo dosmilero: rubia, lila, rapada, azabache, escupiendo, fumando, lamiendo, simulando una sonrisa, la más dark de las que se las dan de darks. Esperamos su debut con ansia canina.  

Fotos: Chartattack, Coachella Fest, 

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