¡Qué calor! El pata de mi costado suda y está con terno,la señora y su cartera de cuerina está junto mi brazo y se siente que quema, la personas tratan de hacerse aire con sus manos, pero solo reciben aire caliente; no entra ninguna persona más, no importa ya entró otra. Ahora soy yo rodeada por 6 personas muriendo literalmente de calor ¡cómo no evitar sumarse al sudor!
Y probablemente, leyendo este primer párrafo, estés pasando tu mano por tu cara secándote el sudor y recordando tus suanescos viajes en el Metropolitano. O de esos días en que parecía todo nublado, le agradeces a Dios, la Pachamama, a Goku por tener un día fresco y ¡bang! El sol dijo: Te jo…. y la sensación de calor, sumándose, agregó: ¡Ya fuiste, compare!
Te preguntarás, qué tiene que ver esto con cultura o arte o entretenimiento o lo que quieras. Pues te diré que mucho. Partiendo desde esas fotos que ves en tu red social de tus amigos tomando fotos a las larguísimas colas en las estaciones, más frecuentadas, en pleno sol; hasta la mala costumbre de ingresar al bus empujando, sin piedad, cuando llega uno vacío. Pero sobre todo tolerar esas pequeñas ventanas que los buses tienen, y quejarnos a través de hashtags con el actual alcalde que sabemos que nada hará por cambiarlos.
Nuestro comportamiento de decisión, tolerancia y paciencia se va al tacho al encontrarnos ante un tipo de situación como esta. Porque sabes que hasta viajando sentado no recibirás ni una pisca de aire y si la recibes, pásame el dato para saber dónde sentarme :D
Y pobre de los que sus buses deciden quedarse esperando dentro de Estación Central porque las avenidas principales están congestionadas; el humor de la gente es el único aire respirable que sentirás. ¡iugh!
¿Qué merecemos los peruanos y peruanas en temas de transporte público? Esa respuesta te la dejo a ti ya sea que tomes este u otro transporte. Solo debo decir que todos los días, de este verano, ha sido un total infiernillo viajar en el Metropolitano; solo un día, de milagro, viajé ida y vuelta sentada y fresca, ese día salí de la estación, le agradecí al mundo y fui feliz.
¿Y tú, cuándo fuiste así de feliz?
Foto: Lady Watanabe /
Foto: Lady Watanabe /
Estación Colmena
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