Esta vez, un video ofrecido por un nos muestra, en sus primeras imágenes, el presunto abuso sexual de soldados estadounidenses a una mujer en una casa de Irak. En las imágenes podemos observar como un hombre vestido con un traje militar se aprovecha de una joven, entre risas de sus compañeros y sonidos de disparos.
Desde que comenzó la conocida como Segunda Guerra del Golfo, la comunidad internacional ha denunciado en varias ocasiones estos abusos de poder de las tropas establecidas en el territorio iraquí. Uno de los casos más sonados fue el de Steve Green, un militar estadounidense que fue condenado a cinco cadenas perpetuas por violar y asesinar a Abeer Qasim Hamza, una niña iraquí de 14 años.
En el año 2006, Green y otros cuatro soldados pertenecientes a la 101 División Aerotransportada asaltaron una casa familiar en un pueblo al sur de Bagdad. Antes de abusar de la joven, los soldados asesinaron a sus padres y su hermana pequeña y más tarde acabaron con la vida de la propia niña. Según declararon los homicidas, todo ocurrió después de que se tomaran una botella de whisky, y no recuerdan muy bien lo que ocurrió.
Lugar donde Abeer Qasim Hamza fue violada y asesinada.
En el año 2009 se celebró el juicio contra Green, en el que se le condenó a cinco cadenas perpetuas; el soldado evitó la pena de muerte porque los jurados no consiguieron ponerse de acuerdo. Sus acompañantes en el delito fueron condenados a 90, 100 y 110 años de cárcel.
Declaraciones del propio Green a The Washington Post antes de su condena reflejan el espíritu violento del militar: “Vine porque quería matar gente… La verdad es que no es para perder la cabeza. Quiero decir, pensé que matar a alguien iba a ser una experiencia que te iba a cambiar la vida. Y cuando lo hice, me dije: ‘Muy bien, lo que sea’”.
Otro caso muy sonado durante el conflicto de Irak fue el de la prisión de Abu Ghraib, donde la compañía 372 de la Policía Militar de los Estados Unidos fue acusada de diversos crímenes de abuso y tortura de los encarcelados. Diferentes medios de comunicación internacionales sacaron a la luz imágenes que mostraban cómo los militares estadounidenses maltrataban a los presos. El presidente Obama pidió que no salieran a la luz ciertas fotografías que pudieran poner en peligro la vida de los soldados que, tras el fin de la guerra, se encuentran en misiones de inteligencia en Irak.
Satar Jabar, torturado mediante cableado eléctrico en manos y genitales.
Un hombre deambula cubierto de excrementos.
Prisionero amarrado con collar para perros.
Guerra y nuevas tecnologías
La superioridad de los países desarrollados en las guerras se ha acentuado mucho más en los últimos años con la aplicación de nuevos métodos de tecnología. La aparición de los drones (vehículo aéreo no tripulado) en los conflictos bélicos cada vez es más frecuente.
La utilización de estos aparatos conlleva a que las guerras se conviertan en algo más “despersonalizado”; ahora los militares actúan más como si estuvieran en un videojuego que como si se tratase de la vida real. Los soldados ya no tienen por qué enfrentarse cara a cara con sus víctimas, sino que, desde la comodidad de una computadora, pueden acabar con la vida de quien se encuentre cerca de alguno de estos aéreos.
La organización mediática internacional Wikileaks difundió en 2010 un en el que se puede observar cómo soldados norteamericanos disparaban a civiles iraquíes. La excusa que ponían es que los ciudadanos portaban armas, pero en el video se puede observar que las víctimas lo que llevan, en realidad, son cámaras grabadoras.
Lo mismo ocurrió con los periodistas José Couso (España) y Taras Protsyuk (Ucrania), que fallecieron en Irak después de que un tanque estadounidense disparara contra el hotel desde el que estaban cubriendo la guerra. Una vez más, el pretexto fue que habían visto a un sospechoso con un arma en los balcones del hotel.
La locura de los conflictos bélicos
El comportamiento de estos soldados es duramente criticado por la comunidad internacional y se antoja incomprensible para cualquier persona que ve cada día estas duras imágenes. ¿Qué le puede pasar por la cabeza a un soldado para acabar con la vida de familias entera? ¿No recuerdan que ellos también tienen a sus familiares esperándoles en su país?
La respuesta a estas preguntas podrían ser los trastornos mentales que sufren los participantes en una guerra. Según cifras oficiales, en los últimos años más soldados estadounidenses perdieron la vida por suicidio que los que lo hicieron en las zonas de conflicto. Cada día, por lo menos un militar que regresó de la guerra se suicida en Estados Unidos. Otros muchos, no llegan a ese extremo, pero sus relaciones familiares cambian radicalmente a su vuelta.
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