Es el título del libro del escritor francés Thierry Maulnier, gran éxito editorial en los años 64. El continente américano al recibir la cultura europea heredó el gérmen de la formidable civilización griega. De manera que la reconocemos como genitora de nuestra civilización, empero, si el incendio empieza por la habitación más alejada donde duerme nuestra madre, los dueños de casa deciden sin pestañar empezar por desmontar la caja fuerte que hay en la sala para intentar salvarla. Sin embargo los alaridos de socorro que emite la madre desde el fondo de la casa han alertado a todos los vecinos, los más asustados parecen los americanos. Mientras la directora de orquesta sigue pulseando en el porche con su homólogo francés, la hermosa casa empieza a oler a chamuscado, en lugar de oir la sirena de los bomberos se oye la voz de Jens Weidmann perifoneando : « si Grecia sale de la zona Euro el Bundesbank no podrá transferir ni un Euro para las arcas públicas ».
Julio, la temperatura ha llegado al límite, Europa siente vértigo, este año una ola de extremo calor cruza el continente y el Norte de Africa, recordándonos que las sólidas bases de la magnífica casa han empezado a resquebrajarse. Particularmente el eje sísmico se sitúa en su mero centro, donde se siguen acumulando lingotes de oro sobre la torre de Babel, mientras el problema del recalentamiento de la tierra crece en espiral. Fuertes vientos encontrados giran sobre la marmita en plena ebullición. No sólo Grecia tiembla, no sólo Europa, ¡el mundo entero !
Sarkozy acaba de manifestarse, refiriéndose a la crisis griega habla su inalterable yo : « hay una línea roja que no se puede traspasar ! ». Pienso en la intransigencia de un espíritu policiaco como el de Javert, el personaje de la novela del gran Victor Hugo « Los Miserables ». No está solo, la Merkel y toda la compañía, incluyendo a los Iluminati, interpretan la rígida, la implacable justicia bancaria, y han puesto toda su imaginación y energía en la prioridad de la ley monetaria, su única religión. En su núcleo, la novela sirve como modelo de defensa de los oprimidos, sea cual sea el lugar o situación sociohistórica que vivan.
Al mediodía de este controvertido lunes 13 de julio Paris ha exhalado un « Ouf , pas de GREXIT ! » Bien, madre Grecia se queda en la Zona Euro y en la Unión Europea ¡pero a qué precio ! El atrevimiento de Alexis Tsipras de ganar el referendum lo va a pagar cien veces más caro que en la escena anterior, al retroceder la película nos encontramos una mesa de negociaciones con condiciones mucho menos duras, y ya lo eran en exceso. Claro que todos sabemos que quedarse a la intemperie en las estepas rusas es tal vez peor que seguir remando encadenado en el fondo de la galera, pero también nos preguntamos ¿cómo va a arreglárselas el esclavo para pagar semejante deuda si se halla encadenado? Para que Hércules pueda ser capaz de cumplir con las tareas impuestas es imprescindible romper la cadena (o la condena) impuesta.
A mitad del siglo XX Europa concibió una Alianza post guerra, de intereses mercantiles y políticos sin duda, pero después de la experiencia de la 2da Guerra Mundial primaban los valores éticos por encima de la conveniencia monetaria. Entonces se le dio una nueva oportunidad a Alemania, por igual a los demás socios, a pesar de que entre 1870 y 1939 sus ejércitos habían invadido tres veces a sus vecinos. Ciertas políticas económicas son igual de invasivas o demoledoras para un pueblo como cualquier guerra. Finlandia, Alemania, y otros países socios del Eurogrupo que exigían la Grexit no han evaluado más que el aspecto socioeconómico y geopolítico, mas no es suficiente. En la base de la Crisis Europea encontramos la carcoma de los fundamentos humanísticos. La tripulación de a bordo (que somos todos) no podemos bajo ningún concepto aceptar que arrojen al mar a uno de los marineros « para aligerar la carga ».
A mi lo que me apetece en serio es que vuelva pronto el gran Zeus transformado en toro blanco y rapte otra vez a la hermosa ninfa Europa, y se la lleve de nuevo a lomos hasta la isla de Creta para violarla.
« No diremos que los griegos combaten como héroes, sino que los héroes combaten como griegos », Winston Churchill.
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